La motivación es una herramienta que ayuda a las empresas a mejorar su productividad aún en medio de una crisis como la actual, sin necesidad de gastar grandes cantidades de dinero.
En una época donde los resultados son fundamentales para cualquier compañía es necesario que los empleados consigan sus objetivos sin ‘morir en el intento', asegura el experto en dirección de Personal y profesor de Factor Humano de la escuela de Formación y Perfeccionamiento Directivo ICAMI, José Antonio Pérez Cruz.
"La empresa se sostiene gracias a los trabajadores, de ahí la importancia de guiarlos y motivarlos (...), no se trata de darles palmaditas en la espalda, sino de hacerlos conscientes del impacto que tiene su desempeño en la compañía", señala Pérez Cruz.
Para conseguir los resultados, es necesario que el empleado sepa qué se espera de él, cómo hacer las cosas, cuándo hacerlas y para qué.
Para lograr que la motivación no se quede en una reunión del club de optimistas, el profesor del ICAMI propone los siguientes consejos:
En una época donde los resultados son fundamentales para cualquier compañía es necesario que los empleados consigan sus objetivos sin ‘morir en el intento', asegura el experto en dirección de Personal y profesor de Factor Humano de la escuela de Formación y Perfeccionamiento Directivo ICAMI, José Antonio Pérez Cruz.
"La empresa se sostiene gracias a los trabajadores, de ahí la importancia de guiarlos y motivarlos (...), no se trata de darles palmaditas en la espalda, sino de hacerlos conscientes del impacto que tiene su desempeño en la compañía", señala Pérez Cruz.
Para conseguir los resultados, es necesario que el empleado sepa qué se espera de él, cómo hacer las cosas, cuándo hacerlas y para qué.
Para lograr que la motivación no se quede en una reunión del club de optimistas, el profesor del ICAMI propone los siguientes consejos:
1. Si los recortes son indispensables, asegúrate de hacerlo una sola vez y bien
Nada desmotiva más al personal que los recortes constantes, y peor aún si éstos suceden después de que habías asegurado que ya habían terminado. "Nos hemos dado cuenta que nada desmotiva más que los despidos constantes, ya que lo que necesita la gente para tener un correcto desempeño laboral es certidumbre", asegura José Antonio Pérez Cruz. La información reduce la incertidumbre y genera empatía con la empresa.
2. Abre tu contabilidad
Cada vez son más las empresas que comparten sus resultados con el personal, lo que ayuda a entender el difícil momento por el que se está pasando y dimensionarlo; lo importante es que los empleados sepan que no todo es negativo. La gente debe saber cómo contribuye, "las palmaditas motivacionales no bastan, hay que compartirles resultados para que sepan numéricamente cómo impacta su trabajo", señala el catedrático, así además contribuirás en el desarrollo de su seguridad.
3. Dale un pequeño descanso al personal de ventas
Los vendedores son fundamentales y se desempeñan como el motor de la compañía, por lo que aunque suene contradictorio, lo mejor es cuidarlos para evitar que ‘truenen'. Las épocas de crisis son tiempos donde es necesario vender mucho y de forma constante, por lo que el personal debe descansar. Lo ideal es hacerlo mediante un rol de ventas para no afectar el desempeño de la compañía. "Lo mejor es que algunos vendedores descansen un poco y luego regresen renovados a trabajar mejor", dice el profesor del ICAMI. Recuerda que aunque extiendas sus jornadas difícilmente alcanzarás los niveles de ventas de otros años.
4. Las juntas deben terminar con algo positivo
En un entorno de juntas llenas de malas noticias, es necesario encontrar alguna acción positiva que informar y aprovechar la ocasión para felicitar a quien debas hacerlo. "En estos casos es útil la ley del sándwich, donde se comienza con un comentario positivo seguido de una debilidad o aspecto negativos y se termina con otro estímulo favorable, ya que el humano se queda con las ideas del principio y el fin, por lo que no se afecta en su estado de ánimo", asegura José Antonio Pérez Cruz. Recuerda que es importante que si haces un anuncio malo, deberás compensarlo con algo positivo para que no impacte de forma negativa en el ánimo y la productividad del empelado, las juntas deben ser informativas y reducir la incertidumbre. Hay que informales puntos críticos que afectan su trabajo y la permanencia en la empresa.
5. Un poco de capacitación motiva y da confianza
Al hablar de capacitación lo primero que viene a la mente son gastos, y ya que en la crisis las empresas necesitan resultados inmediatos, este rubro queda guardado en el cajón. "Es necesario que las empresas vean que la capacitación no es un evento caro con invitados y comida gratis, es una estrategia que debe darse a diario principalmente en la interacción entre jefe y subordinado", señala el profesor. En este caso no es necesario agregarle más títulos al currículo del empleado, sino hacerlo capaz de realizar tareas específicas y darle competencias definidas. Otra opción para tiempos de crisis, además del couching diario, es utilizar herramientas online, ya que los gastos son mínimos. Recuerda que un curso o un programa es una excelente herramienta de motivación y da certidumbre laboral al que lo recibe, además del aumento de productividad que vendrá después del mismo.
6. Nunca canceles los festejos
Las fiestas implican grandes costos que sí deben cancelarse, pero existen pequeños detalles que deben sobrevivir, como los cumpleaños y pequeños momentos que no representan un gasto muy oneroso para la empresa, pero sí conllevan un reconocimiento a los colaboradores. Los detalles construyen una relación laboral duradera y generan un compromiso del empleado que contribuye a elevar su productividad. Lo importante es que el trabajador sienta que es importante para la empresa.
Muy interesante. Motivar a los empleados es una tarea fundamental en toda entidad y no necesariamente tiene que ser mediante el dinero. Diseñar estrategias que eleven el incentivo generará buenos rendimientos y un crecimiento de la empresa u organismo. Hay que tener en cuenta que un empleado feliz trabaja mejor y en consecuencia no solo aumenta la productividad personal sino también la productividad para la entidad para el cual trabaja.
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