Si pensabas que las rosas “rojas” eran totalmente originales déjame decirte que no es así. Lo siento 😉 En realidad se trata de una mutación genética. Te explico.
En el mundo de las rosas no hay ninguna especie silvestre de color rojo, ese color está ausente en toda la familia de las rosas. ¿Por qué? Esto se debe a que los rosales no tienen el gen que produce el pigmento rojo.
Alrededor del año 1930, una mutación genética produjo las vivas tonalidades rojas que la caracterizan. Mediante el cultivo de rosas, este gen (pelargonidina) se incorporó rápidamente en el resto de las rosas modernas.
A partir de entonces había un nuevo color en los rosales, como había sucedido en 1900 cuando produjo la rosa de color amarillo brillante.
A partir de entonces se busca incansablemente una rosa de color azul. El gen que produce el azul —la delfinidina— no aparece de forma natural en la familia de los rosales. Ahora bien, en 2004 se creó mediante ingeniería genética una rosa “azul”, fruto de años de investigación y cooperación entre una empresa australiana y una japonesa. Con todo, aún falta conseguir una tonalidad más intensa.
Lo cierto que muchas de las fotos que circulan en Internet de rosas azules son falsas. Busqué el sitio web de las empresas encargadas de producir la “rosa azul”. Y aquí la tienes.
Fuente: www.planetacurioso.com
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