Aunque sea un alimento muy recurrido por todo el mundo, la pasta no es algo que se haga bien a la primera. Todo el mundo tiene sus trucos, y por eso, vamos a enseñarte alguno de nuestros secretos para que la pasta salga perfecta y puedas presumir ante todo el mundo.
Aliñar el agua de cocción
Hacer pasta no se trata de hervir agua y echar la pasta sin más, sino que hay algunos trucos que pueden servirte. Para darle un sabor más característico, hay que echar sal y aceite al agua que se va a hervir. Ojo, es muy importante el momento en el que hay que echar el aceite y la sal, porque dependiendo de esto, sabrá mejor o peor.
Así pues, se recomienda echar sal gorda: unos 12 gramos por cada litro de agua, y se debe echar cuando el agua ya ha roto a hervir. Por otro lado el aceite se puede echar cuando el agua ya se haya ido evaporando y necesitas que la pasta no se pegue.
Echar la pasta en el momento justo
Tienes que echar la pasta en el momento justo, porque esto también influirá en el resultado. Por tanto, después de que la sal se haya disuelto, hay que echar la pasta. Todo a la vez, y enseguida echar a remover, porque si no, la pasta comenzará a pegarse muchísimo, y podría ser todo un desastre. También puede ser un buen momento para echar el hilito de aceite.
Recuerda que el aceite, si es oliva virgen extra, mejor, porque si queda sabor, será mucho más característico. Aunque ya te decimos que esto es más bien opcional, ya sabes.
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¿Cuánto tiempo hay que cocer?
Una de las preguntas claves es esta: ¿cuánto tiempo hay que dejar cocer la pasta? Bien, la verdad es que hay mucha gente que comete el error de dejar mucho tiempo cociendo la pasta, porque aunque te pases (sin llegar a quemarlo, claro), sigue siendo comestible. Esto es un gran error, porque no es lo mismo comer pasta en su punto, que comer pasta demasiado cocida.
Lo mejor es que leas siempre las indicaciones del envase o del paquete en el que venían, pero recomendamos que retires la pasta un minuto antes de lo que sugieren. ¿Por qué? Para evitar pasarnos. Eso sí, mantén el fuego alto hasta el momento de retirar la pasta del fuego.
Pasta al dente
Seguro que más de una vez has escuchado el término “pasta al dente”. Ese debe ser el punto exacto de la pasta, ni más ni menos. Se trata de la pasta que hay masticar, que todavía está un poco dura. Es verdad que hay gente a la que no le gusta la pasta al dente, pero es así como se debe comer la pasta buena.
Para conseguir esto, cuando se retire del fuego, hay que colar la pasta y echar un vaso de agua fría, para así, detener la cocción de repente. Si no hacemos esto, debido al calor residual que mantiene la pasta, se seguirá haciendo durante unos minutos más y ya no será pasta al dente. Hacer pasta al dente es aconsejable sobre todo si luego vas a meterlo al horno para gratinar la pasta.
Cómo mantener el calor
Muchas veces, tenemos que esperar a que estemos todos sentados a la mesa a comer. Seguro que más de una vez, por este motivo, se nos ha quedado la comida fría, y esto con la pasta es muy importante, porque es un alimento que se enfría muy rápido. Por este motivo, lo que tienes que hacer es calentar el plato en el que se va a comer la pasta.
Esto se hace simplemente, colando la pasta sobre el plato, para que el agua hirviendo caiga sobre el, y así, se calienta por transferencia. Es algo muy simple y muy útil que puedes aplicarlo a otras cosas.
Aunque sea un alimento muy recurrido por todo el mundo, la pasta no es algo que se haga bien a la primera. Todo el mundo tiene sus trucos, y por eso, vamos a enseñarte alguno de nuestros secretos para que la pasta salga perfecta y puedas presumir ante todo el mundo.
Salsa perfecta
Una pasta perfecta tiene que tener una salsa perfecta. De hecho, este es el secreto más valioso de todos. Debes reservar un poco del agua de cocción, para que se una la salsa con la pasta, así que no te preocupes si queda un poco de agüilla cuando vayas a poner todo junto.
No solo eso, sino que tienes que recordar que la mejor manera de mezclar la pasta con la salsa, es en la sartén. Si es solo para echar por encima, como la salsa boloñesa, hay que poner solo un poco, y el resto que se eche a una salsera, por si alguien quiere más.
Pasta fría
Por último, vamos a hablar de la pasta fría. Evidentemente, también se puede comer pasta fría. De hecho, las ensaladas son unos platos riquísimos. Para ello, hay que cortar del todo la cocción, no solo un poco, como cuando intentas cocer al dente. Así que nada más retirar el plato del fuego, lo que hay que hacer es echar agua fría, para detener la cocción.
Lo bueno es que con ello, se elimina el almidón, que es lo que hace que la pasta se pegue. Pero si en ese momento no lo vas a condimentar, mejor echarle un chorrito de aceite por si acaso.
Via: www.ocio.net
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