"Para liderar con garantías una empresa o un proyecto es necesario poseer cualidades, formación y experiencia, pero, si no se aplica la empatía y el sentido común a la gestión, los objetivos globales difícilmente se alcanzarán".
En esta oportunidad quisiera compartir con usted un tema vital en las comunicaciones efectivas de los seres humano, pero que a pesar de su fundamental importancia un gran porcentaje de personas en nuestro país y en el mundo desconocen su significado y por consiguiente su importancia.
“La Empatía” en su concepto etimológico nos aclara que es: “la habilidad que posee un individuo de inferir los pensamientos y sentimientos de otros, lo que genera sentimientos de simpatía, comprensión y ternura” (Colocarse en los zapatos del otro).
Algunos doctrinarios definen la Empatía como la habilidad cognitiva, que es inherente a un individuo, de tomar la perspectiva del otro o de entender algunas de sus estructuras del mundo, sin adoptar necesariamente esta misma perspectiva, es como colocarse en los zapatos del otro y aunque no pienses igual que ellos, conocer o entender lo que ellos sienten a sabiendas de que cada individuo posee un pensamiento propio.
En resumen podemos decir que no es otra cosa sino la habilidad para estar consciente de, reconocer, comprender y apreciar los sentimientos de los demás". En otras palabras, el ser empático es el ser capaces de "leer" emocionalmente a las otras personas.
“La Empatía” como herramienta vital para la comunicación tiene una fuerte relación con el “Ser”, ya que las personas están predispuestas a actuar empáticamente en determinadas situaciones en comparación con otras, como por ejemplo: cuando una persona experimenta una angustia motivando a otros a que se preste, ya sea una ayuda egoísta o dirigida a reducir la propia angustia, y creando un efecto empático de ayuda altruista o ayuda dirigida a reducir la angustia de los demás.
Las personas que orientan su atención en entender los sentimientos de los demás y que se comprometen afectivamente con ellos, experimentan un mayor interés empático y ofrecen más ayuda que aquellos que se centran en los procesos de pensamiento. Lo más probable es que una persona que experimenta empatía por otra reaccione en forma altruista.
La mayoría de las personas sienten o han sentido empatía (sin saberlo), estas personas muchas veces experimentan este sentimiento de entender a los demás, pero a pesar de sentirlo en forma natural; actúan y prevalecen en ellos los motivos egoístas y mezquinos del “EGO”, ya que evalúan y determinan el alto costo que conlleva la ayuda y por ello entran en un conflicto de intereses entre el bienestar propio y el de los demás.
Por lo tanto, dentro de nuestra sociedad aún cuando las personas experimentan este sentimiento, no se comportan como tal, debido a ese conflicto de intereses que se presenta, el alto costo de la ayuda lleva a cortar este puente comunicacional.
En el siglo XXI “La Empatía” se ha convertido en un factor clave dentro de los avances de nuevas ciencias que han surgido; entre estas la “Inteligencia emocional”, considerándola como un rasgo característico de las relaciones interpersonales exitosas.
La importancia de la empatía en las comunicaciones interpersonales sobrepasa cualquier otro medio formal hasta ahora conocido, desde el punto de vista social, una insuficiencia en nuestra habilidad empática, es el resultado de una sordera emocional, y como consecuencia de esto, se evidencian fallas en nuestra capacidad para interpretar adecuadamente las necesidades de los demás, aquéllas que subyacen a los sentimientos expresos de las personas. Por ello la empatía es algo así como una brújula social, que nos permite navegar con acierto en el propio mar de nuestras relaciones. Debemos prestarle atención para no equivocar el rumbo y arribar a nuestros mejores caminos.
Algunas de las características que presenta un individuo empático podrían resumirse en:
- La habilidad para leer las situaciones mientras tienen lugar, ajustándose a las mismas conforme éstas lo requieran; al saber que una situación no es estática, sacan provecho de la retroalimentación, toda vez que sabe que, el ignorar las distintas señales que recibe puede ser perjudicial en su relación.
- Cuenta con una buena capacidad de escuchar, diestra en leer "pistas" no verbales; sabe cuando hablar y cuando no, todo lo cual facilita el camino para influenciar y regular de manera constructiva las emociones de los demás, beneficiando así sus relaciones interpersonales.
- Puede ser un buen negociador, orientado hacia un escenario donde todas las partes salgan ganando.
Las personas que no poseen las habilidades mencionadas anteriormente tienen dificultades para "leer" e interpretar correctamente las emociones de los demás, no saben escuchar, y muchas veces son ineficientes leyendo las señales no verbales, razón por la que pueden evidenciar una torpeza social, al aparecer como sujetos fríos e insensibles.
Los individuos que manifiestan incapacidad empática no saben leer su radar social, motivo por el que algunas veces sin proponérselo dañan la intimidad emocional de quienes tratan, pues al no validar los sentimientos y emociones del otro, éste se siente molesto, herido o ignorado, trayendo un fracaso en sus relaciones interpersonales.
Lo cierto es que las aplicaciones de la empatía pueden ser diversas, en la formación de líderes, en estudios de identificación de necesidades organizacionales y/o del mercado, en consultoría organizacional, en psicoterapia, en medicina, entre otros.
Pero ello es algo a lo que debemos estar atentos en todo momento, pues lo que funciona con una persona no funciona necesariamente con otra, o es más, lo que en un momento funciona con una persona puede no servir en otro momento con esa misma persona.
“La Empatía” es un arma sutil en nuestras relaciones que podemos usar en beneficio propio y de los demás, que no son para destruir sino para hacer florecer relaciones provechosas en áreas de nuestro crecimiento como seres humanos.
“La Empatía” nos da un sin fin de posibilidades, primero hacia nuestros semejantes, quienes buscan con quien compartir y confiar sus problemas, alegrías, triunfos y fracasos, ser escuchados y comprendidos. De esta forma tenemos la inmejorable oportunidad de procurar el bienestar, desarrollo y perfeccionamiento de las personas, lo cual manifiesta el profundo respeto que les debemos.
Los líderes de excelencia deben poseer esta habilidad ya que es una gran colaboradora en la capacidad de motivar y encauzar positivamente a las personas; enseñar a tener ese interés por los demás y vivirlo habitualmente, es la mejor forma de transmitir liderazgo. Vivir el valor de la empatía es algo sencillo, si nos detenemos a pensar un poco en los demás, como consecuencia aprenderemos a actuar favorablemente en todas las circunstancias.
“Las tres cuartas partes de las miserias y malos entendidos en el mundo terminarían si las personas se pusieran en los zapatos de sus adversarios y entendieran su punto de vista” MAHATMA GANDHI.
VIA: Jesús Soto
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