… Para un mundo caliente, plano y superpoblado
Por: Nelson Hernandez
El escritor y columnista Thomas Friedman, como continuación de su libro “El mundo es Plano”, nos entrega ahora el libro titulado “Para un mundo caliente, plano y superpoblado, necesitamos una revolución verde”, en el cual plantea la necesidad de buscar opciones energéticas amigables al ambiente de tal manera de minimizar el cambio climático…que de no hacerse pone en riesgo la presencia de la especie humana en el planeta tierra.
A este tiempo de transición Friedman la denomina “La Era del Clima y la Energía”. Su razonamiento esta circunscrito en que en un mundo superpoblado y con necesidades energéticas cada vez mayores, teniendo como fuentes principales al carbón, petróleo y gas, el clima se modifica a una velocidad tal que las acciones naturales aplicadas por el planeta no son capaces de revertirlo, de allí el efecto invernadero y su consecuente cambio climático. Friedman plantea que en un mundo caliente, plano y superpoblado, los combustibles fósiles -y especialmente el petróleo- van a ser caros y a agotarse. Por consiguiente, habría que centrarse en la próxima gran industria mundial: la tecnología de energías limpias.
El concepto de revolución verde que Friedman desarrolla tiene su basamento en los cinco problemas claves y relacionados entre sí: oferta y demanda de energía y recursos, dictaduras del petróleo, cambio climático, pérdida de biodiversidad y pobreza energética.
Oferta y demanda de energía y recursos: Con la superpoblacion (9000 millones en el año 2050) todos los recursos acortan su existencia o son insuficientes para satisfacer la demanda. Países como China e India se incorporan a la carrera de una mejor calidad de vida de sus habitantes. Esto requiere más energía, más alimentos, más salud, etc. A esto hay que sumarle las necesidades de otros países en vías de desarrollo. En otras palabras, 2/3 de la población mundial busca el modelo de vida de 1/3 que vive en los países desarrollados. Esta tendencia no es posible si no se cambia. La tierra no aguanta la superpoblacion de la especie humana.
Petrodictaduras: La ley de la petropolitica establece que “el precio del crudo y el ritmo de la libertad siempre se mueven en direcciones opuestas en Estados petroleros ricos en crudo”. El G-8 tiene como estrategia independizarse del suministro de petróleo de países que de una forma u otra no le son “amigables”. Esta estrategia lleva consigo un cambio en las energías futuras a utilizar.
Cambio Climático: Este problema tiene una estrecha relación con la emisión de gases de efecto invernadero provenientes de la quema de combustibles fósiles. Una forma de minimizarlo es cambiar el orden energético actual por uno que contenga energías no agotables, ambientalmente limpias, de disponibilidad continua, de uso directo, de bajo costo y de materialización en los próximos 30 años.
Perdida de Biodiversidad: La agresión realizada por el hombre a su hábitat, de una manera directa (tala, quema, deforestación, etc.) o indirecta (uso indiscriminado de combustibles fósiles), comprometen su permanencia en la tierra. Este escenario conlleva a una reflexión profunda de lo que significa ser humano. De allí la gran paradoja: “Proteger el ambiente del hombre o proteger al hombre del ambiente”
Pobreza energética: De acuerdo a las Naciones Unidas, cerca de un tercio de la población del mundo vive en la pobreza energética. La pobreza energética es la falta de acceso a sistemas limpios y eficientes que proporcionan energía. Se les considera pobres en energía a aquellas personas que utilizan la fuerza humana o animal para producirla y a quienes queman estiércol y leña para calentarse y cocinar. El uso de combustibles sólidos origina lo que se llama la contaminación en el interior de la casa, causante de enfermedades respiratorias. Según la Organización Mundial de la Salud, esta contaminación causa más muertes cada año que la malaria o tuberculosis. Esta situación hay que cambiarla. Pero en lugar de ir a utilizar combustibles fósiles, debemos de utilizar energía amigables al ambiente como la solar y eólica para lo cual hay que redimensionar sus economías de tal manera que sean mas competitivas que las fósiles.
Friedman establece que La Revolución Verde es cómo producir electrones abundantes, baratos, limpios y fiables, que son la respuesta a los grandes problemas que afrontamos hoy en el planeta. La búsqueda y el descubrimiento de una fuente de electrones de ese tipo será la próxima gran industria mundial.
El país que organice una revolución de este tipo para encabezarla será un Estado donde su nivel de vida, su respeto en el mundo, su aire, su capacidad de innovación y su seguridad nacional mejorarán. De eso habla el libro de Friedman.
martes, 30 de marzo de 2010
IMPORTANCIA DE LA ENERGIA (La Huella Energética)
Por: Nelson Hernandez
Independientemente de los problemas geopolíticos, económicos y ambientales que genera la energía a nivel mundial, vale la pena reflexionar sobre la importancia de esta en todos los aspectos de nuestras vidas.
Fundamentalmente, las perspectivas energéticas trata de personas - miles de millones de personas y sus familias que usan la energía para mejorar su vida cotidiana. En el ámbito nacional e internacional, es el elemento vital de las economías modernas. Para los países desarrollados, la energía es clave para darle sentido a las tecnologías y servicios que enriquecen y amplían la vida. Avanzados medios de comunicación, mejoras en el transporte, la ampliación de las tecnologías de información, equipos de vanguardia y procedimientos médicos, entre otros.
Para las naciones en desarrollo, la garantía de un suministro fiable y asequible para satisfacer sus necesidades energéticas, promueve los cambios sociales dentro de un desarrollo sustentable para una mejor calidad de vida. La fiabilidad conlleva a una mayor diversificación industrial, una agricultura mas tecnificada, un aumento del comercio y un mejor sistema de transporte. Estos son los cimientos de un crecimiento económico que crear los empleos que ayudaran a las personas escapar de la pobreza y crearse un futuro mejor.
Los beneficios de la energía van más allá de lo que podemos ver en nuestro día a día. La energía que usamos diariamente – en nuestros hogares y en conducir sus coches - es lo que podemos clasificar como el consumo personal o directo, y esto incluye el combustible utilizado para producir electricidad para el hogar.
Para completar el cuadro, también debemos contabilizar la energía que la empresa privada, los servicios públicos y organizaciones publicas y privadas consumen para la sociedad como un todo funcione. Esto incluye el consumo indirecto de la energía utilizada en los edificios (escuelas, hospitales, tiendas al por menor), el transporte comercial (transporte por carretera, aéreo y ferroviario) y la industria (fabricación, productos químicos, acero, etc.). Cada miembro de la sociedad se beneficia de este uso indirecto de la energía, a través de oportunidades de empleo, mejores niveles de vida y del crecimiento económico global.
De manera global y per cápita, el consumo indirecto de energía es aproximadamente dos tercios del total. En otras palabras, cuando se contabiliza el consumo de energía directa e indirecta, cada uno de nosotros tiene un promedio de huella energética "que es aproximadamente el doble del tamaño de lo que normalmente podría considerar nuestro consumo de energía personal.
En 2005, la persona promedio en América del Norte tenía una huella energética de 740 mil BTU por día. Este resultado esta acorde con lo que hemos mencionado en cuanto al uso intensivo de le energía en países de alta calidad de vida.
Por otra parte, independiente de la cantidad de energía que se consume en cada región, existe un patrón, exceptuando África y Latinoamérica, que se repite y es la participación del consumo en el hogar con un 23 por ciento. Esto tampoco es descabellado ya que muestra la tendencia de estandarizar el patrón de consumo en hogares. Si bien el nivel absoluto de utilización de la energía es diferente, el de uso indirecto es el mayor en cada región.
Al examinar diferentes maneras de resolver nuestros problemas de energía, debemos considerar no sólo la energía que utilizamos en nuestra vida diaria, sino también la tremenda cantidad de energía que se utiliza para hacer nuestra vida moderna posible.
Una ciudad de 1 millón de habitantes en los países desarrollados necesita:
•6 millones de BTU cada segundo (cerca de 1 barril de petróleo equivalente)
•Consume 24 barriles de petróleo cada minuto
•Utiliza 150 toneladas de carbón cada hora
•Requiere dos plantas eléctricas de 1000 MW cada una
•Se mueven 500 mil vehículos que consumen 12 mil barriles diarios de gasolina
Como vemos el mundo moderno es un mundo energético, y para minimizar el impacto que la energía tiene en el ambiente no nos queda mas que hacer un uso racional y eficiente de ella.
sábado, 20 de marzo de 2010
TECNOLOGIA EN LA ENERGIA EOLICA
Por: Nelson Hernandez
Desde la década de 1980, cuando fueron instalados los primeros aerogeneradores comerciales, su capacidad instalada, la eficiencia y el diseño visual han mejorado enormemente. Muchas vías se han explorado para obtener el diseño ideal, sobre todo durante la última década.
La gran mayoría de las turbinas comerciales operan ahora con un eje horizontal, al cual están adosadas tres aspas o palas que giran al mismo tiempo. Estas mueven un rotor que esta engranado a un generador eléctrico. Las turbinas eólicas pueden operar en una amplia gama de velocidades del viento - a partir de 3 metros por segundo hasta unos 25 m/s, lo que se traduce en 90 Km/ h (56 mph).
La mayoría de los modelos actuales hacen el mejor uso de las constantes variaciones del viento, cambiando el ángulo de las palas. Así mismo, el rotor también cambia de posición permitiendo optimar la capacidad de generación de electricidad.
La tecnología de la energía eólica moderna permite operar eficazmente en una amplia gama de sitios - con velocidades de viento bajas y altas - en el desierto o en climas árticos.
Las agrupaciones o granjas eólicas son aceptadas desde el punto de vista ecológico y por las personas que viven cerca de estas. Los parámetros por la que se rigen los diseños modernos son:
Fiabilidad Compatibilidad con la red eléctrica principal
Reducción del ruido
Máxima eficiencia y rendimiento aerodinámico
Alto rendimiento con baja velocidad del viento
Máxima utilización costa afuera
Las turbinas de viento también han crecido: son más grande y más altas. Los generadores de las turbinas modernas son 100 veces más grandes que las de 1980.
Durante el mismo período, los diámetros de rotor han aumentado ocho veces. La capacidad media de las turbinas instaladas en todo el mundo durante 2007 fue de 1.492 kW (1.5 MW), mientras que la turbina más grande actualmente en funcionamiento es el Enercon E126, con un diámetro de rotor de 126 metros y una capacidad de potencia de 6 MW. La E126, puede suplir la energía eléctrica necesaria de 5000 hogares promedio.
El principal mercado para este tipo de motor ha sido las granjas eólicos instaladas en el mar. El principal reto para estas turbinas ha sido la construcción de la base en el lecho marino y la red de recolección de la electricidad producida. Por otro lado, las turbinas utilizadas en la tierra han tenido poco avance. Actualmente su rango de potencia esta entre 1.5 a 3 MW. Esto ha permitido bajar costos al poderse masificar su producción e instalación. El desarrollo tecnológico de la turbinas eólicas esta enfocado en el uso de diferentes combinaciones de materiales para la fabricación de aspas de menor peso; mejores engranajes para lograr mayores revoluciones del rotor sin que se produzca vibración, aumentando así la fiabilidad y mejores sistemas de control para incrementar la compatibilidad con la red eléctrica principal.
Desde la década de 1980, cuando fueron instalados los primeros aerogeneradores comerciales, su capacidad instalada, la eficiencia y el diseño visual han mejorado enormemente. Muchas vías se han explorado para obtener el diseño ideal, sobre todo durante la última década.
La gran mayoría de las turbinas comerciales operan ahora con un eje horizontal, al cual están adosadas tres aspas o palas que giran al mismo tiempo. Estas mueven un rotor que esta engranado a un generador eléctrico. Las turbinas eólicas pueden operar en una amplia gama de velocidades del viento - a partir de 3 metros por segundo hasta unos 25 m/s, lo que se traduce en 90 Km/ h (56 mph).
La mayoría de los modelos actuales hacen el mejor uso de las constantes variaciones del viento, cambiando el ángulo de las palas. Así mismo, el rotor también cambia de posición permitiendo optimar la capacidad de generación de electricidad.
La tecnología de la energía eólica moderna permite operar eficazmente en una amplia gama de sitios - con velocidades de viento bajas y altas - en el desierto o en climas árticos.
Las agrupaciones o granjas eólicas son aceptadas desde el punto de vista ecológico y por las personas que viven cerca de estas. Los parámetros por la que se rigen los diseños modernos son:
Fiabilidad Compatibilidad con la red eléctrica principal
Reducción del ruido
Máxima eficiencia y rendimiento aerodinámico
Alto rendimiento con baja velocidad del viento
Máxima utilización costa afuera
Las turbinas de viento también han crecido: son más grande y más altas. Los generadores de las turbinas modernas son 100 veces más grandes que las de 1980.
Durante el mismo período, los diámetros de rotor han aumentado ocho veces. La capacidad media de las turbinas instaladas en todo el mundo durante 2007 fue de 1.492 kW (1.5 MW), mientras que la turbina más grande actualmente en funcionamiento es el Enercon E126, con un diámetro de rotor de 126 metros y una capacidad de potencia de 6 MW. La E126, puede suplir la energía eléctrica necesaria de 5000 hogares promedio.
El principal mercado para este tipo de motor ha sido las granjas eólicos instaladas en el mar. El principal reto para estas turbinas ha sido la construcción de la base en el lecho marino y la red de recolección de la electricidad producida. Por otro lado, las turbinas utilizadas en la tierra han tenido poco avance. Actualmente su rango de potencia esta entre 1.5 a 3 MW. Esto ha permitido bajar costos al poderse masificar su producción e instalación. El desarrollo tecnológico de la turbinas eólicas esta enfocado en el uso de diferentes combinaciones de materiales para la fabricación de aspas de menor peso; mejores engranajes para lograr mayores revoluciones del rotor sin que se produzca vibración, aumentando así la fiabilidad y mejores sistemas de control para incrementar la compatibilidad con la red eléctrica principal.
lunes, 1 de marzo de 2010
Que está pasando? Se nos desintegra el planeta?
Gustavo Coronel
Así eramos hace millones de años, cuando había unidad.
Estas son las placas tectónicas que están en movimiento. Ello explica los terremotos y los tsunamis recientes.
Parece que la naturaleza está en una etapa de activos cambios que van más allá de lo “normal”. Siempre nos habíamos consolado pensando que las grandes transformaciones, los cambios llamados geológicos, ocurrían durante millones de años, de manera gradual e imperceptible. Según esta percepción Sur América habría flotado delicadamente desde el Cretácico superior, hace unos 70 millones de años, para separarse de África, a una velocidad de algunos centímetros por milenio, como parte del desmembramiento de la llamada Pangea, un super continente de bello nombre. De esta manera los nativos del lugar, las bellas amonitas, los ponderosos dinosaurios y los ágiles pterodáctilos apenas se dieron cuenta de los cambios. Por supuesto, Venezuela no era Venezuela y a Esteban le faltaban millones de años para aparecer sobre nuestro suelo. La nariz de Pinocho de lo que luego sería la costa de Brasil se distanciaría finalmente de la concavidad que la alojaba, como un hoyuelo en la cara de África que luego sería Gabón, Angola y la Guinea Ecuatorial.
Pero la cosa podría no ser así. Así como el ser humano no envejece de manera gradual e imperceptible, sino en eventos abruptos y pronunciados que duran pocos meses, así mismo nuestro planeta pudiera experimentar cambios súbitos y catastróficos en menos tiempo de, como decían en mi niñez, suspira un cura loco. (Nunca pude entender bien eso).
De manera que estoy, no preocupado, sino aterrorizado. Ante situaciones que trascienden nuestro entendimiento y nuestros recursos el ser humano no debe preocuparse sino que, convenientemente, debe dar paso al terror.
Por qué siento terror, y no por mí sino por nuestro planeta? Porque en materia de meses, es decir, un mini- attosegundo en la escala geológica, hemos tenido terremotos en todo el mundo, desde China hasta Chile, desde Haití hasta Indonesia y tsunamis, esas olas asesinas incrementales, en muchas porciones de nuestra geografía. Hoy, por ejemplo, Chile ha sufrido un terremoto de 8,8 en la escala de Richter, con pérdida importante de vidas y de infraestructura y se esperaba un Tsunami en Hawai. Haití, hace semanas, tuvo un terremoto que practicamente aniquiló la nación. La cantidad de señales que nos está enviando el planeta es más numerosa que en toda nuestra historia, desde el principio de los registros.
El planeta está en marcha. La placa de Nazca al oeste de Chile se está moviendo contra la Placa de SurAmérica. La Placa del Caribe, al norte de Venezuela, se ha movido ya en el Caribe. Cada temblor en las ciudades venezolanas de Boconó, Coro o Cumaná tiene que ver con un movimiento de la Placa del Caribe contra la Placa de Sur América. Significa esta exacerbada actividad que el movimiento de las placas no es constante e imperceptible sino abrupto y catastrófico, o será acaso una combinación de ambas modalidades?
Soy geólogo pero no se cual es la respuesta, porque ya hay sismólogos y geofísicos quienes saben más que los geólogos sobre estos asuntos ( o dicen que saben). Como geólogo lo único que se me ocurre es aconsejar a mis amigos y familiares, en ese orden, que se muden lejos de las costas. Nada de Los Angeles, Valparaiso, Bali o La Guaira. Preferiblemente Denver, Neuquen, Bandung o Barinas (si, Barinas es geologicamente de lo más segura, aunque no pueda decir lo mismo sobre su componente político).
Al hacerlo ustedes podrán sentirse más seguros por el resto de sus vidas. Ello no significa, por supuesto, que en los sitios no recomendados pasará algo terrible durante la vida de cada uno de nosotros. De manera que no puedo aconsejarles que vendan la casa de Los Angeles o el apartamento en Margarita a precio de gallina flaca porque, a lo mejor, allí no pasará nada sino dentro de unos geologicamente escasos 2780 años.
Después de todo, no habría quien reclamara ni habría a quien reclamar.
Miren, pensándolo bien, yo pienso que, después de todo lo dicho, lo mejor que cada quien puede hacer es quedarse donde esté. Eso si, recemos.
Así eramos hace millones de años, cuando había unidad.
Estas son las placas tectónicas que están en movimiento. Ello explica los terremotos y los tsunamis recientes.
Parece que la naturaleza está en una etapa de activos cambios que van más allá de lo “normal”. Siempre nos habíamos consolado pensando que las grandes transformaciones, los cambios llamados geológicos, ocurrían durante millones de años, de manera gradual e imperceptible. Según esta percepción Sur América habría flotado delicadamente desde el Cretácico superior, hace unos 70 millones de años, para separarse de África, a una velocidad de algunos centímetros por milenio, como parte del desmembramiento de la llamada Pangea, un super continente de bello nombre. De esta manera los nativos del lugar, las bellas amonitas, los ponderosos dinosaurios y los ágiles pterodáctilos apenas se dieron cuenta de los cambios. Por supuesto, Venezuela no era Venezuela y a Esteban le faltaban millones de años para aparecer sobre nuestro suelo. La nariz de Pinocho de lo que luego sería la costa de Brasil se distanciaría finalmente de la concavidad que la alojaba, como un hoyuelo en la cara de África que luego sería Gabón, Angola y la Guinea Ecuatorial.
Pero la cosa podría no ser así. Así como el ser humano no envejece de manera gradual e imperceptible, sino en eventos abruptos y pronunciados que duran pocos meses, así mismo nuestro planeta pudiera experimentar cambios súbitos y catastróficos en menos tiempo de, como decían en mi niñez, suspira un cura loco. (Nunca pude entender bien eso).
De manera que estoy, no preocupado, sino aterrorizado. Ante situaciones que trascienden nuestro entendimiento y nuestros recursos el ser humano no debe preocuparse sino que, convenientemente, debe dar paso al terror.
Por qué siento terror, y no por mí sino por nuestro planeta? Porque en materia de meses, es decir, un mini- attosegundo en la escala geológica, hemos tenido terremotos en todo el mundo, desde China hasta Chile, desde Haití hasta Indonesia y tsunamis, esas olas asesinas incrementales, en muchas porciones de nuestra geografía. Hoy, por ejemplo, Chile ha sufrido un terremoto de 8,8 en la escala de Richter, con pérdida importante de vidas y de infraestructura y se esperaba un Tsunami en Hawai. Haití, hace semanas, tuvo un terremoto que practicamente aniquiló la nación. La cantidad de señales que nos está enviando el planeta es más numerosa que en toda nuestra historia, desde el principio de los registros.
El planeta está en marcha. La placa de Nazca al oeste de Chile se está moviendo contra la Placa de SurAmérica. La Placa del Caribe, al norte de Venezuela, se ha movido ya en el Caribe. Cada temblor en las ciudades venezolanas de Boconó, Coro o Cumaná tiene que ver con un movimiento de la Placa del Caribe contra la Placa de Sur América. Significa esta exacerbada actividad que el movimiento de las placas no es constante e imperceptible sino abrupto y catastrófico, o será acaso una combinación de ambas modalidades?
Soy geólogo pero no se cual es la respuesta, porque ya hay sismólogos y geofísicos quienes saben más que los geólogos sobre estos asuntos ( o dicen que saben). Como geólogo lo único que se me ocurre es aconsejar a mis amigos y familiares, en ese orden, que se muden lejos de las costas. Nada de Los Angeles, Valparaiso, Bali o La Guaira. Preferiblemente Denver, Neuquen, Bandung o Barinas (si, Barinas es geologicamente de lo más segura, aunque no pueda decir lo mismo sobre su componente político).
Al hacerlo ustedes podrán sentirse más seguros por el resto de sus vidas. Ello no significa, por supuesto, que en los sitios no recomendados pasará algo terrible durante la vida de cada uno de nosotros. De manera que no puedo aconsejarles que vendan la casa de Los Angeles o el apartamento en Margarita a precio de gallina flaca porque, a lo mejor, allí no pasará nada sino dentro de unos geologicamente escasos 2780 años.
Después de todo, no habría quien reclamara ni habría a quien reclamar.
Miren, pensándolo bien, yo pienso que, después de todo lo dicho, lo mejor que cada quien puede hacer es quedarse donde esté. Eso si, recemos.
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