La historia del llamado efecto suelo en coches de competición ha sido una historia de prohibiciones. Nació de casualidad: al estar investigando elementos aerodinámicos, unos ingenieros se dieron cuenta de que al colocar el suelo muy cerca del asfalto, el coche tenía mucho más downforce, debido a que por debajo del coche, al reducirse el espacio, el aire circula con mucha velocidad y por tanto se crea una presión, la cual succiona el coche hacia abajo. El principio de funcionamiento es justamente ése, pero lo interesante además del efecto es que causa muy poca resistencia al avance, de ahí que se llamase en su día “generar mucho por nada” o “energía gratuita”.
Para aprovechar más este efecto, hay que intentar que no se introduzca aire circundante al interior del canal. De esta forma nacieron las faldillas laterales, las cuales son las encargadas de impedir el paso de aire para rellenar la depresión: esto hace que el efecto suelo sea mucho mayor. Existió en su momento y se prohibió en breves meses la posibilidad de succionar aire de la parte inferior del coche, con la intención de producir mucha más depresión a modo de ventosa; efectivamente se generaban muchos kilos de downforce. El argumento que se utilizó para permitirlo, era que se utilizaba para refrigerar la caja de cambios, aunque el truco duró pocos meses….
Pero existe un problema: si queremos que pase aire por debajo del coche a alta velocidad, primero tenemos que asegurarnos de que el aire circula por todo el suelo. En la realidad, el aire seguiría las líneas de flujo de la imagen. Es decir: el aire tendería a introducirse por debajo del coche pero iría perdiendo energía, hasta que saldría por los laterales, perdiéndose el efecto suelo; para ello, se coloca un sistema en la parte de popa, que se encarga de producir una depresión que succiona aire hacia la parte de atrás; dicho sistema se denomina “difusor”.
Suelo y difusor funcionan conjuntamente y la razón de ser del difusor es hacer que el suelo funcione correctamente; de hecho, el suelo de un Fórmula 1 es la parte del coche que más downforce genera ¡¡¡¡ más que los alerones ¡¡¡¡ Cuanto más limpia sea la zona trasera del coche (donde se colocan los trapecios de suspensión y demás), más eficiencia tendría el difusor; los equipos hacen muchos esfuerzos para hacer que el difusor funcione correctamente.
Las prohibiciones que han tenido lugar en las últimas décadas, han sido diversas, y todas ellas, con el objetivo de aumentar la seguridad, en el sentido de no aumentar en exceso la downforce que genera el suelo:
- Eliminación de faldillas laterales.
- No todo el suelo plano: existencia de una parte central más baja que el resto, para reducir la superficie de suelo con efecto suelo.
- Que el suelo no sea curvo, por cuanto si fuera curvo se podría alcanzar mucha más downforce
- Eliminación de los escapes soplados; si se dirige el aire que sale por los escapes a la zona del difusor, podemos aumentar la eficiencia del difusor, y por tanto, aumentar considerablemente la downforce del suelo.
Por esta misma razón, los equipos tratan de apurar hasta el extremo todo lo que la normativa permite, con lo que jugar con los extremos implica que cualquier pequeña variación afecta y mucho al comportamiento de la downforce; de hecho, hoy en día, circular detrás de un vehículo hace que las características aerodinámicas de tu vehículo se vean muy mermadas.
Timoteo Briet Blanes
Via: autobild.es
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