El bicarbonato de sodio es un producto biodegradable que tiene un sinfín de usos ecológicos en el hogar. Además, es económico, resulta muy fácil tenerlo siempre a mano y nos evita el uso de productos de cuidado personal, fungicidas, ambientadores, limpieza…
Además, es un producto no inflamable. Eso sí, no lo confundamos con el carbonato de sodio, irritante. Por contra, el bicarbonato de sodio (Na2CO), -también conocido por otros muchos nombres, como ácido carbónico, sal de mono sodio o simplemente sódico-, puede resultar suavemente abrasivo aplicado de forma externa.
Un hogar sostenible, y más…
El bicarbonato de sodio, en efecto, tiene muchas cualidades ecológicas que podemos aprovechar para que la higiene en el hogar sea más ecológica y asequible. Además, tiene aplicaciones interesantes para el cuidado personal e incluso es un dopante deportivo legal, y consumido de forma razonable, también inocuo.
Podemos utilizarlo para tantas cosas que muchas de ellas, simplemente, están por descubrir. Es más, si empiezas a hacerlo apostamos a que no tardarás en descubrir nuevos usos prácticos del bicarbonato de sodio. Y, sea como fuere, tenerlo en casa nos puede ayudar tanto en el día a día como en el momento menos esperado.
En este post te damos una pequeña muestra de usos sencillos del bicarbonato de sodio, pero lógicamente hay muchos más. Sobre todo, puedes ampliar sus usos innovando. Fabricar bombas de baño, pongamos por caso o limpiadores caseros usando otros ingredientes también ecológicos puede ser muy interesante.
Hacer brillar
El bicarbonato de sodio puede ayudar a recuperar el brillo perdido a cazuelas u objetos de metal, como grifos, bisutería e incluso plata u oro, pongamos por caso. Desde anillos o cadenas a collares, brazaletes, etc. Frotar es suficiente, con cuidado de no rayar, para lo cual es importante hacer una pequeña prueba en un lugar no visible.
Será interesante preparar una masilla con bicarbonato y vinagre, cubrir, dejar reposar y luego aclarar. En este caso, tengamos cuidado con la acidez del vinagre, si está demasiado concentrado el contacto directo puede resultar corrosivo.
Absorber malos olores
Acabar con malos olores en distintas superficies es sencillo con el bicarbonato de sodio. Bastará con espolvolerarlo sobre la superficie en cuestión, ya sea una balda, una alfombra, un peluche, zapatos, cama de nuestras mascotas o cualquier tapizado o tejido, pongamos por caso.
Es importante dejar actuar durante unos minutos o, si podemos, mejor unas horas. Luego lo retiramos, por ejemplo pasando el aspirador, un cepillo o un paño mojado. También es efectivo colocar un vasito con bicarbonato y renovarlo cada varias semanas en el interior de los armarios o allí donde queramos absorber olores y humedad.
Si hay fumadores en casa, introduzcámoslo en el fondo de los ceniceros y cambiémoslo cada vez que los vaciemos. De este modo absorberá olores a tabaco ambientales y de las colillas. Funciona muy bien, por otro lado, en el interior de las neveras para controlar los olores y de paso evitar que se mezclen.
O lavémonos las manos después de cocinar para acabar con los olores a ajo o pescado. Para ello los primeros segundos enjuagar con agua sin frotar, pues los olores se incrustarían. A continuación, frotar con una pasta hecha mezclando jugo de limón y bicarbonato. Ejuagar y listo.
En el jardín
Fungicida, pesticida, junto con el aceite de Neem, el bicarbonato de sodio sirve como insecticida en el jardín para prevenir y eliminar plagas como el mildiu, y espolvoreado en el suelo impide que los insectos se acerquen. También nos sirve para acabar con la maleza y puede pulverizarse sobre las plantas.
Muchos más trucos
Mezclando bicarbonato con vinagre blanco y agua hirviendo tendremos un desatascador, concretamente mezclando medio litro de agua, dos tazas de bicarbonato y una de vinagre. Lograremos una mejor limpieza mezclándolo con un chorrito de vinagre y detergentes de vajilla que añadimos al estropajo, espolvoreando una cucharilla.
Como antimanchas, es suficiente con mezclar con un poquito de agua y aplicar la pasta sobre la ropa. Dejar reposar puede ser suficiente, y en manchas difíciles mejor frotar con un cepillito o con las manos, sin más. Diluido en agua en el enjuague también ayuda a suavizar, eliminar olores e iluminar blancos y colores.
Igualmente, el bicarbonato de sodio es un ingrediente muy efectivo para eliminar la suciedad y desinfectar. Podemos añadirlo casi en cualquier lugar: en el agua de fregar el suelo o, por ejemplo, en los limpiadores caseros ecológicos en botella dosificadora.
Como reforzador del champú, idealmente si éste es también bio, nos ayudará a acabar con los residuos de lacas o gominas masajeando durante unos minutos. Tampoco dejemos de limpiar los peines y cepillos sumergiéndolos en agua caliente en la que habremos diluido un par de cucharaditas de bicarbonato. Dejemos reposar unas horas (toda la noche) y enjuagar para un resultado soprendente.
También para los deportistas
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Loughvorough, en el Reino Unido, concluyó que el bicarbonato de sodio puede ayudar a mejorar las capacidades aeróbicas. En concreto, la investigación descubrió que en una competición de natación 9 nadadores que habían tomado bicarbonato de sodio mejoraron sus marcas.
En concreto, durante el estudio los nadadores tomaron bicarbonato de sodio antes de cubrir una distancia de 200 metros a lo largo de tres semanas y mejoraron 1,5 segundos. Los investigadores atribuyen la mejoría a un aumento del pH sanguíneo, logrando una menor acidez con respecto a los grupos de placebo y control.
Via: /www.ecologiaverde.comLeer más: http://www.ecologiaverde.com/los-mil-usos-ecologicos-del-bicarbonato-sodio/#ixzz4129pOalT
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