Sara Volz una chica de 17 años ha ganado el premio Intel Science Talent Search dotado con 100.000 dólares.
El proyecto de esta estudiante de Colorado Spring (EEUU) consiste en seleccionar las algas que están produciendo más biocombustible. Su nuevo método de selección consiste en hacer crecer las algas en un medio que
contiene setoxidim, un herbicida que mata las algas con bajos niveles
de acetil-CoA carboxilasa. Este compuesto es una enzima que regula la biosíntesis de ácidos grasos.
Las algas que sobreviven son capaces de producir cantidades mayores de biocombustibles, y con ellas se pueden crear nuevas cepas de células que pueden a su vez
volver a pasar por un proceso de selección.
Sara desarrolló la mayor parte del proyecto en su dormitorio, bajo su cama guardaba los cultivos de algas y adaptó su sueño a los ciclos de luz que necesitaban.
El trabajo de Sara demuestra cómo una persona aficionada a la ciencia y con pocos recursos puede desarrollar un proyecto con un gran impacto en un campo dominado por las grandes empresas y universidades, que dedican ingentes cantidades de dinero a estas investigaciones.
Un proyecto que puede ayudar a combatir el cambio climático, sustituyendo el uso del petróleo por energías mucho más limpias como son los biocombustibles.
El proyecto de esta estudiante de Colorado Spring (EEUU) consiste en seleccionar las algas que están produciendo más biocombustible. Su nuevo método de selección consiste en hacer crecer las algas en un medio que
contiene setoxidim, un herbicida que mata las algas con bajos niveles
de acetil-CoA carboxilasa. Este compuesto es una enzima que regula la biosíntesis de ácidos grasos.
Las algas que sobreviven son capaces de producir cantidades mayores de biocombustibles, y con ellas se pueden crear nuevas cepas de células que pueden a su vez
volver a pasar por un proceso de selección.
Sara desarrolló la mayor parte del proyecto en su dormitorio, bajo su cama guardaba los cultivos de algas y adaptó su sueño a los ciclos de luz que necesitaban.
El trabajo de Sara demuestra cómo una persona aficionada a la ciencia y con pocos recursos puede desarrollar un proyecto con un gran impacto en un campo dominado por las grandes empresas y universidades, que dedican ingentes cantidades de dinero a estas investigaciones.
Un proyecto que puede ayudar a combatir el cambio climático, sustituyendo el uso del petróleo por energías mucho más limpias como son los biocombustibles.
Via: intel.com
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