lunes, 20 de febrero de 2012

"Síndrome de Estocolmo Laboral"

Por: Jesús Soto


En 1973, en la ciudad de Estocolmo, Suecia; durante un asalto bancario en el que las personas que se encontraban en la sede, terminaron siendo rehenes de los ladrones, se pudo apreciar cómo una de las víctimas se besaba con uno de los delincuentes, este suceso fue captado en una fotografía realizada por un periodista. Esta peculiar y nada común situación, originó que se asociara el nombre de Estocolmo a un síndrome o comportamiento humano, en el cual, la víctima se identifica con el victimario, gracias a la actitud protectora del mismo.

Según expertos, los casos se presentan solo cuando la persona secuestrada cree que el victimario asume el “rol” de algún integrante de la familia, es decir, padre, madre, hermano, entre otros. Esto surge cuando el secuestrador, pese a que mantiene en cautiverio a la persona en cuestión, le brinda protección a fin que sufra lo menos posible.

Entre algunos de los síntomas que pueden llevar a detectar este padecimiento se encuentran: tener una necesidad por continuar al lado del captor, sentimientos de rencor hacia la familia o la autoridad por “separarlo” del secuestrador, así como depresión.

Existe una variante de este trastorno psicológico, que es el Síndrome de Estocolmo Laboral. Este se presenta cuando la persona se aferra a permanecer en algún empleo en donde el ambiente es hostil. A diferencia del síndrome en su forma clásica, en esta situación la víctima no es forzada a estar en algún lugar, sino que lo hace por propia voluntad.

El Síndrome de Estocolmo Laboral se diferencia del clínico porque la “víctima” no ha sido forzada o sometida a cautiverio por un tercero, entre otras expresiones asociadas al mismo. Por el contrario, ha ingresado por su entera voluntad y se mantiene atada a ese escenario, ya sea porque es incapaz de concebir su vida sin las presiones, maltratos y limitaciones que encuentra en él, o bien porque es absorbida por una cantidad, a veces inverosímil, de razones que le impiden deshacerse del mismo.

Esto quiere decir que existen colaboradores que se han identificado emocionalmente con empresas que ofrecen condiciones inadecuadas de trabajo, maltrato psicológico (e incluso físico) y situaciones de estrés producto de una presión innecesaria que, estando prácticamente en un cautiverio voluntario, prefieren mantener ese estado de angustia y opresión que abandonar el escenario que la causa.

¿Por qué estas personas, a pesar del maltrato recibido, se aferran a estas empresas?


Según estudios practicados a un gran número de personas que son sometidas a maltratos laborales, se consiguieron razones que estas alegan para mantenerse sufriendo, estas justificaciones son las siguientes:

  • Conocen al jefe, saben cómo manejar la situación.
  • Hay pocas posibilidades de encontrar otro empleo en la actualidad.
  • Con el tiempo uno se acostumbra.
  • Es el estilo de la empresa.
  • No hay otras opciones.
  • Mejor esto que nada.
  • Me gusta lo que hago, no la empresa

El Síndrome de Estocolmo Laboral es un fenómeno más común de lo que parece; se observa en personas de todo tipo, nivel de educación, diferentes edades y niveles de maduración, por lo general, está asociado a baja autoestima, pero su característica más extraordinaria es la identificación con un estilo gerencial que pone en riesgo su salud física, mental y emocional.

En estos tiempos que corren, en diferentes ámbitos laborales está presente el maltrato psicológico hacia el empleado; este debe soportar diariamente de aquellas personas que están al mando, sus diferentes estados de ánimo y la constante humillación, esto acarrea a la larga que dicha persona sufra de enfermedades relacionadas al estrés, terminando en muchos casos enfermos, pero aguantando todo tipo de maltrato por cuidar su puesto, ya que muchos tienen una familia que mantener, y los que no tienen que mantener familia no pueden dejar el trabajo porque no es fácil conseguir otro con la demanda que existe.

Si usted se identifica con este síndrome, nuestro más sano consejo es que busque a un especialista que lo ayude a manejar esta situación para que logre zafarse de su empresa agresora, antes que sea demasiado tarde.


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