El que nuca haya cambiado una ‘b’ por una ‘v’, olvidado una tilde o se haya comido alguna que otra letra para acortar una palabra, que tire la primera piedra.
Estos pequeños errores ortográficos, que algunos justifican asegurando que pueden ahorrarnos unos euros en la factura del teléfono móvil, pueden salir muy caros tanto a los consumidores como a las empresas.
De hecho, un error a la hora de reservar un vuelo te puede costar hasta 150 euros si escribes mal tu nombre, por no hablar de tener que comprar otro billete si te equivocas por una cifra en la fecha del viaje, de ahí que sea imprescindible prestar atención para evitar despistes durante el proceso de compra.
180 millones perdidos por una letra
No obstante, son las empresas las que sufren a nivel millonario los errores tipográficos y las faltas de ortografía. El caso más sangrante ocurrió en 2005, cuando un error de estas características le costó al banco de inversión Mizuho Securities la friolera de 180 millones de euros.
Evidentemente, no todas las meteduras de pata conllevan tales consecuencias. Sin embargo, aunque las cantidades no son tan desorbitadas, los errores léxico-gramáticos están provocando una sangría, sobre todo en las empresas que operan por Internet. El empresario británico Charles Duncombe asegura que una sola falta puede reducir las ventas de una línea de productos a la mitad.
Según Duncombe, los errores ortográficos trasmiten a los posibles clientes dudas sobre la credibilidad de las ofertas y la seguridad en los pagos que ofrece un determinado sitio web. “Esto sucede porque el 99% de la comunicación entre comprador y vendedor en Internet se realiza por vía escrita”, asegura el experto británico.
Aprovechar el error
Todo este caos tiene su contrapartida, ya que las malas noticias para las empresas se convierten en buenas oportunidades para los consumidores. Por ejemplo, la compañía Typo Buddy ayuda a localizar productos que se oferten en eBay o en otras webs de subastas y ventas on line siempre y cuando el anuncio contenga faltas de ortografía.
La teoría dice que son menos visitados porque no aparecen en las búsquedas por los errores tipográficos, pero esto provoca que no suban de precio y así los usuarios de Typo Buddy pueden conseguirlos con un desembolso inferior del que tendrían que afrontar en condiciones normales.
Via: Diginota
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