viernes, 6 de abril de 2012

“Cómo sacar lo mejor de la gente difícil (Ancla) dentro o fuera del trabajo”


Hace ya algún tiempo escribí un artículo que se denominó “Cómo deshacerse de la gente Tóxica”, el mismo causó cierta dinámica y múltiples opiniones dentro de los lectores.

En esa entrega aclaraba, que desde mi punto de vista existen dos tipos de personas: las personas anclas, las cuales describí como aquellas que te hunden en su pesimismo y desdichada actitud; y por otro lado mencionaba lo provechoso que resultaba rodearse de personas boyas, ya que estas te van a mantener en lo más alto que el entorno o circunstancias lo permitan.


En esta nueva entrega titulada “Como sacar lo mejor de la gente difícil (ancla) dentro o fuera del trabajo” deseo brindar a los amigos lectores, una serie de ideas y recomendaciones que pudieran hacer más provechosa la relación con estas personas a la hora de tener que obligatoriamente interactuar con ellas.


Antes de enumerarlas debo recordarle que todos nosotros conocemos lo que denomino en este artículo a personas o gente ancla, igualmente debo aclarar que a muchos de nosotros también quizás nos cueste algún trabajo identificar este tipo de personas.


Por ello aclaro que este tipo de personas suelen tener tres características principales:

  1. No se puede razonar con ellas.
  2. Creen que no pueden cometer errores.
  3. Están convencidas de que todas las cosas tienen un culpable distinto a ellas.


Cuando te consigas una persona que tiene estas 3 características es donde debes prender tus alarmas y prepararte para:

  1. No dejarte contaminar.
  2. No enfrentarte a ellos (Si lo haces, seguramente saldrías perdiendo algo).
  3. Actuar en forma científica para poder sacarles algo de provecho y no hacerlas tus enemigas.


En tal sentido lo primero que usted debe hacer después de estar claro que está actuando dentro o fuera del trabajo con una persona ancla, es categorizarla para actuar con esta persona de la forma más ventajosa posible.


Para lograr categorizar a estas personas debemos describir sus diferentes tipos, es decir que existen personas anclas de varios tipos, entre ellas tenemos:

  1. Las personas Ancla del Tipo Chismosa: Estas buscan destruir la reputación de sus compañeros. No les preocupa exagerar o mentir.
  • ¿Cómo tratarlos?: Ataja los rumores: Córtalo en cuanto empiece a hablar mal de alguien. Ten cuidado con lo que le cuentas. Aunque simule lealtad, utilizará la información en su propio beneficio.
  • Dale trabajo: Si notas que tiene demasiado tiempo disponible para sus conspiraciones, adjudícale tareas que le mantengan entretenido.
  • Actúa con equidad: Si el chismoso tiene problemas con sus compañeros, actúa con justicia. Asegúrate de que asume su parte de responsabilidad y, si es necesario, toma alguna iniciativa sancionadora.
  1. Las personas Ancla del Tipo Quejumbrosas: Quisquillosas y amargadas, se quejan ante el más pequeño contratiempo. Cree que los demás la tienen tomada con él o ella, o le encomiendan las peores tareas.
  • ¿Cómo tratarlos?: Colócalos a realizar actividades junto a compañeros positivos. La presión del entorno los influye.
  • Redirige sus quejas: No permitas que se quejen por cosas sin importancia e intenta que argumenten qué es lo que no está bien. Pregúntales qué les gusta y les motiva de su trabajo e intenta que vean el lado positivo de las cosas.
  1. Las personas Ancla del Tipo Aduladora: Utilizan cumplidos hipócritas, se pegan al poder y consiguen que otros hagan su trabajo mediante manipulaciones. Tienen un potencial que merece la pena desarrollar.
  • ¿Cómo tratarlos?: No te dejes manipular. Pregúntate por sus intenciones. Ten cuidado.
  • Dale el ejemplo de cómo se alaba a alguien: diciendo algo concreto sobre su actuación.
  • Valora su trabajo de forma objetiva: Deja que solucione sus problemas por sí mismo. No lo protejas.
  1. Las personas Anclas del Tipo Resentido: Generalmente murmuran entre pasillos y guardan agravios e improperios secretos de compañeros y jefes. No cooperan para conseguir los objetivos de la compañía. Son capaces de hacer su trabajo pero no quieren hacerlo.
  • ¿Cómo tratarlos?: Lo primero es Aclarar su situación: Déjale claro que te has dado cuenta de actitud y adviértele claramente de las consecuencias de sus actos.
  • Documéntalo por escrito: Pon por escrito tus instrucciones y guarda los documentos que te permitan demostrar sus maniobras.
  • No aceptes su resentimiento: Pregúntale por qué se sienten así y ayúdales a resolverlo. Si persiste en su actitud, ofrécele la posibilidad de renunciar.


Esta categorización pudiera ser mucho más extensa, sin embargo considero que estos son los que con mayor frecuencia hunden a sus congéneres con sus actitudes, nuestra recomendación concluyente ante este tipo de personas anclas es que por muy difíciles que parezcan, usted debe ser todo lo contrario que ellos, actúe como ejemplo de tolerancia, paciencia, humildad, y siempre con algo de amabilidad (a pesar de lo difícil que pueda llegar a ser), ya que estas características son algunas de las cosas que esas personas no son, o no son tan buenas.


Todos nosotros estamos influenciados por la gente de nuestro entorno, ellos no tienen que ser perfectos todo el tiempo y usted tampoco.


Sin embargo sea siempre ejemplo de cómo quiere que la gente a su alrededor sea, y por último no pretenda nunca que estas personas cambien por sus consejos y/o enseñanzas, recuerde que esto lamentablemente no depende de usted.


Nuestra experiencia de años en este tema del difícil manejo del capital humano, nos han hecho confirmar que sólo existe una forma para que las personas anclas se conviertan en personas boyas y esta es la estricta y firme decisión de ellas de querer cambiar, no existe ninguna otra, las personas no cambian por usted, ni por su decisión y muchos menos por su imposición. Así que si no quieren cambiar solo existen 2 opciones:

  • Deshágase de ellas.
  • Sáquele el mejor provecho posible con técnicas apropiadas.
Por: Jesús Soto

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